En estos días tan señalados y con el espíritu navideño invadiendo nuestro interior, Teatrosa sigue arrancando sonrisas allá donde va. Procuramos continuar alegrando corazones, llenando escenarios de emociones, vivir cada representación como si fuese la primera,... Ver como, entre todos, somos capaces de llenar tanto escenarios pequeños completamente llenos como teatros abismales prácticamente vacíos. Hemos dejado atrás dos actuaciones más del fabuloso musical Godspell. La primera, el domingo 20 en la Asociación Síndrome de Down de Madrid en la que niños no tan diferentes como parecen, sintieron lo mismo que cualquier otro al vernos en el escenario. Cantaban, gritaban, se emocionaban,... Intentaban formar parte de el espectáculo. Ellos son los que mejor entienden que esa obra es tan suya como de los que actuamos. Por otro lado, el lunes 21 en el Teatro Moderno de Guadalajara, hicimos la última obra de este año 2009 y pudimos grabar el vídeo que mandaremos a concursos para que, sin duda alguna, nos escojan y podamos actuar en otros lugares. Pudimos alargar algo más la obra incluyendo escenas que en otras representaciones, ya sea por medios técnicos, por tiempo o por la razón que sea, no pudimos hacer. Esperemos que, en el año 2010, Teatrosa pueda seguir actuando y siga buscando ese calor que anima y da fuerzas a los corazones que se sientan en el patio de butacas con la esperanza de sentir algo o de, al menos, pasar un buen rato.
Finalmente, hemos sacado un Godspell retocado respecto al del año pasado más allá del teatro de Atocha y hemos podido representar en la Fundación Instituto San José. Este domingo pudimos actuar en el teatro de la fundación haciendo sonreir a aquellos que fueron a vernos. Volvimos a sentir la magia de los escenarios, pudimos ver las sonrisas arrancadas en los rostros de la gente. Con nuestros fallos y nuestros aciertos, conseguimos que el fin de semana de esas personas fuese un poco más llevadero y que, por un momento, se olvidasen de sus diferentes problemas para poder meterse de lleno en el halo mágico de Godspell.
Ellos han sido los primeros en disfrutarlo pero, señores, agárrense a sus butacas, porque Teatrosa tiene mucho más que ofrecer...
Este viernes tuvimos un ensayo más o menos general de Godspell pero muy especial.
Mientras algunos componentes se dedicaban a sacar y meter trastos para ver que necesitamos el día 12 en el hospital (actuación ya inminente), otros procurábamos concentrarnos entre el vaivén de entradas y salidas para no olvidar nuestro papel. Entre otras razones, porque tuvimos la suerte de tener dos espectadoras especiales: futuras teatrosianas...
Perdón por la tardanza de esta semana y por la brevedad de la entrada. Pero, con los nervios del estreno, mis dedos vibran y no se a que telcas estyo danod...
Ya estamos a puntito de sacarlo del horno. ¡Lo conseguiremos, chicos!
Otro viernes más intentando sacar adelante nuestros dos musicales.
Esta vez comenzamos repasando Godspell, para aburrimiento de los veteranos y estrés de los nuevos. Que tenemos una función el día 12 y seguimos sin sabernos el papel, las posiciones en los bailes...pero, no hay problema, todo saldrá bien si nos esforzamos un poquito (y sacando el tiempo de debajo de las piedras)
Incluso hubo tiempo para ensayar la primera escena de Salta conmigo! en la que comenzamos a meternos en la piel de nuestros personajes.
También hay que destacar que hemos descubierto que nuestro concierto de risas va aumentando y cada vez somos más los que tenemos una forma peculiar de reirnos XD.
Buena semana y esperemos que el viernes salga más o menos bien para poder actuar el día 12 (que ya está aquí, que ya llega)
Este viernes ensayamos las canciones de Salta conmigo!
Mariteclis y su teclado estuvieron escuchando nuestras melodiosas voces para intentar acoplar las notas originales a nuestros registros. Mientras tanto, ensayos de las gruppies (con griterío incluido), organización del viernes siguiente, aprendizaje de lengua de signos, risas...
Tras esto, hicimos un pequeño repaso al primer acto de Godspell y un intento de ensayo de la primera escena de Salta conmigo!
Para terminar con buen sabor de boca (y nunca mejor dicho), nos comimos, o mejor, nos devoramos las trufas que trajo Cristina ¡porque fue su cumpleaños! Otro día de ensayos en el maravilloso micromundo de Teatrosa
Tras casi un mes de ensayos, ponemos en marcha nuestro maravilloso, inigualable, espectacular, increíble,...DIARIO!
Este viernes, para alegría de los veteranos y mayor estrés de los nuevos, comenzamos con los ensayos de Salta conmigo!, musical de este año con el que intentaremos sacar sonrisas, lágrimas y demás sentimientos. Poco a poco, las canciones van sonando bien o, por lo menos, suenan, que no es poco. De hecho, suenan tanto que, los que intentábamos concentrarnos en ensayar Godspell, sólo podíamos reírnos y mirar hacia el ventanuco esperando que la melodiosa voz de Anita parase de una vez (con cariño, que cantas muy bien)
Finalmente, tras ensayar la parte final dos veces, dimos por concluido el ensayo para después deleitarnos con los progresos (más bien, inicios) de las canciones de Salta conmigo!
Un día de ensayos con tiempo para todo: reír, morir, llorar, ponerse serio,...y todo esto, pasándolo bien.
Si es que somos la bomba, chicos! Ánimo, podemos hacerlo!
La Bella y la Bestia fue, quizá, el musical más difícil de llevar a escena por parte de TEATROSA que, por otro lado, ese curso, incrementó de manera considerable su número de participantes. Viejos conocidos y rostros nuevos se dieron cita en el viejo escenario del salón de actos del colegio de Atocha. A partir de ahí... una historia mágica, repleta de efectos especiales y tan difícil de representar que, en muchas ocasiones, nos obligó a plantearnos si no era mejor abandonar el sueño por algo mucho más mundano y facilón.
La bella y la Bestia, sin embargo, siguió su camino con los clásicos altibajos que todo grupo de teatro amateur sufre, para ser estrenada, en el mes de Junio de 2007, con un enorme éxito, sin precedentes, de público, que nos obligó a realizar, por primera vez en nuestra historia, entradas numeradas para el público asistente, con el fin de ahorrarnos posibles disgustos ante la tremenda afluencia de gente que quería disfrutar con nuestro trabajo.
En este montaje se conjugaron nuevos elementos escénicos como un elaboradísimo castillo realizado en madera, de considerable peso y tamaño, que se ocultaba tras un telón sobre el que se proyectaban paisajes animados y otros efectos de lluvia o fuego. Bombas de humo, explosiones de confetti, artilugios móviles y continuos cambios de escenario y atrezzo, se mezclaban con el que, sin duda, ha sido el mayor trabajo hasta la fecha en cuanto a vestuario se refiere, creando un TODO vistoso y espectacular que sumergía al público asistente en el interior de una auténtica película de dibujos animados.
La historia, conocida por todos, presentaba las sorpresas del directo y la magia del teatro, aderezando la simpática y tierna historia del príncipe maldito, convertido en bestia, que se enamora de la joven bella, la única capaz de romper el hechizo con su amor. Al final, una bonita lección: la belleza se encuentra en el interior. Los números que quedarán en el recuerdo de nuestro público son muchos, destacando el sensacional "baile de las tazas", de la escena de Gastón, o el espectacular y colorido "Qué festín", sin olvidar, la maravilla de "Si no puedo amarla" (con una torre que salía y entraba en escena, rodeada de un cielo plagado de estrellas) o la batalla final en las almenas del castillo, en mitad de una terrible tormenta... Escenas muy bien conseguidas pese a nuestro miedo inicial, y es que, La bella y la bestia es un montaje que requiere de cierta espectacularidad y cierta magia transmitida al público, para ser contada con toda su esencia mayúscula.
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES DE "LA BELLA Y LA BESTIA"
- Todas las temporadas, el mundo nos pone a prueba para ver si estamos preparados. Este año lo pasamos verdaderamente mal, porque en uno de los últimos ensayos antes del estreno, la mesa de madera que nos había acompañado durante casi nueve meses (y que encima, no era nuestra), se partió por la mitad al subirse en ella uno de los miembros del grupo para descolgar unos telones. Eran las nueve menos cuarto de la noche, sólo contábamos con 15 minutos antes de que cerraran la portería del centro, y no teníamos manera de reparar la mesa. Se vivieron grandes momentos de tensión, pero trabajando en equipo, conseguimos desatornillar las dos mitades rotas, esconderlas, encontrar otro tablero del mismo tamaño, lavarlo, desinfectarlo, taladrarlo, clavarlo en las patas de metal de la otra y barrer todo lo que habíamos ensuciado. Fue un milagro (muchos vimos la mano de María Auxiliadora en él), porque al día siguiente, cuando volvimos al teatro a las diez de la mañana, los dueños de la mesa ya habían hecho uso importante de ella sin notar la diferencia. Y hasta hoy.
- “La Bella y la Bestia” fue el primer musical en el que se dividió el reparto de personajes en dos elencos. Esto dificultaba en cierto modo los ensayos, pero resultó ser fenomenal para que casi todo el mundo obtuviera un papel principal y muy efectivo a la hora de sustituir a aquellos actores que tuvieron que abandonarnos a mediados de año.
- Este año fue el primero en que contamos con un escenario semiprofesional, con planos acotados y todo, diseñado por Carlos Ranera (hermano de Gonzalo, uno de nuestros Lumieres). Antes de la aparición de Carlos, la idea era pintar unos tablones a modo de decorado y engancharlos a unas ruedas para que pudieran combinarse unos con otros.
- El castillo constaba de tres módulos de madera (uno mediano, uno grande y otro enorme), cuatro escaleras también de madera, dos barandillas y un andamio con almenas de porexpán, todo ello, fabricado por Carlos Ranera, Javi, Juan y su equipo de ayudantes, con madera, clavos y una cantidad abrumadora de tornillos de tamaño descomunal. La decoración se hizo a base de más madera, pintura azul ancla, pintura dorada, cartón, unos saladísimos angelitos dorados de plástico, muchos (muchos) litros de silicona y muchas (muchas) más horas de trabajo.
- La primera vez que Esmeralda vio una de las escaleras a medio fabricar, soltó un inocente: “Anda, si tiene peldaños, y todo”, con lo que fue objeto de burlas durante una semana.
- Debido a la increíble cantidad de material de construcción y herramientas que se repartían por doquier, y a los atuendos que llevábamos la mayoría de nosotros cuando trabajábamos en la fabricación del escenario, el teatro parecía algunos días un verdadero taller. Aprendimos lo que era una sierra de calar, o una pistola de silicona, que más parecía el último modelo de jeringas creado por la fábrica ACME de los Looney Tunes.
- La barandilla del castillo se sujetaba con dos tornillos enormes al resto de la estructura del escenario. En una de las representaciones, alguien olvidó colocar el segundo tornillo, y el pobre Javi Misto (la Bestia) estuvo a punto de desencajarla y pegarse un golpe tremendo cuando intentó trepar por ella en la escena de la biblioteca.
- A pesar de que podemos decir que con nuestros anteriores trabajos atrajimos a un número elevadísimo de público al teatro (siempre por encima de nuestras expectativas), nunca obtuvimos unos llenos tan apabullantes como los registrados en las cinco representaciones de “La Bella y la Bestia”, donde tuvimos que recurrir a un sistema de reserva de entradas para asegurarnos de poder rechazar a aquellos espectadores que hubieran tenido que permanecer de pie durante la función.
- A cada lado del escenario hay tres paneles giratorios que van desde la tablas del suelo hasta los hierros del techo. Como este año el decorado era tan grande, teníamos que desenganchar todos los días cuatro de ellos para poder introducirlo, y como el teatro tenía que quedar exactamente igual que lo habíamos encontrado, al final de cada representación teníamos que volver a engancharlos (en el proceso tenían que intervenir más de 10 personas por lo mucho que pesaban).
- El último día, el de la limpieza y recogida del teatro, lo topes que iban en la parte de abajo de los paneles, no aparecían por ningún sitio. A última hora y casi de noche, desesperados ya por si alguien los había tirado por equivocación a la basura en alguna de las muchas bolsas que habíamos desechado aquel día, todos nos repartimos por los contenedores del barrio para buscarlos entre nuestros desperdicios. Lo más curioso fue que se encontraron los cuatro juntitos, colocados de forma paralela encima de una bolsa cerrada y tapados con un cartón. ¿Otro milagro de María Auxiliadora? Un misterio nunca explicado por completo.
- En una de las representaciones, el telón blanco sobre el que se proyectaban los decorados (y que tenía que permanecer recogido arriba en aquellos momentos) cayó de forma espectacular en pleno desarrollo de la escena principal de la obra (“Bella y Bestia son”) ocultando por completo el castillo y a la pobre Elva (Sra. Potts) que estaba cantando encima. Todos los miembros de la compañía, que andábamos repartidos por el foso, el altillo, las bambalinas, el escenario y el patio de butacas, nos quedamos absolutamente pasmados y sin saber qué hacer, viendo a nuestra tetera desaparecer tras metros de tela blanca, pero Cristina Albendea (encargada del telón por aquel entonces) reaccionó rápido y salvó la situación.
- Albertito (Chip), el hermano de Rocío, permanecía toda la obra (salvo el descanso de 15 minutos) metido dentro del carro de la compra que hacía las veces de mesita de té con ruedas. A pesar de ser el más pequeño, trabajó con una profesionalidad alucinante y no se quejó nunca, y eso que un día vino a actuar malito y todo.
- En la canción de “Es Hogar”, al sacar la cama para Bella, alguien dio un golpe a la mesilla que había en escena con el candelabro y las velas, y éste cayó al suelo. Desde bastidores, los actores le pedíamos a Laura (Bella) que lo colocara como pudiera, y ella lo hizo en escena, en plena canción y con tanta naturalidad que daban ganas de poner un anuncio debajo que dijera "Redecora tu casa: pon una Bella en tu vida". Ni Blancanieves silbando, vamos.
- Isabel, que además de actuar en la obra era la encargada del atrezzo, sufría verdaderos ataques de histeria entre bastidores debido al agudo trastorno del orden que padecíamos el resto de actores.
- Como el suelo de nuestro escenario no es recto, sino que está ligeramente inclinado hacia el lado del público, el carrito en el que iba metido Albertito (Chip) inició en varias ocasiones peligrosos descensos que, milagrosamente, nunca terminaron en desgracia, o bien porque las manos de algún actor siempre estaban preparadas para agarrarlo, o porque Dios quiso que a alguien se le ocurriera plantar un altavoz justo al final del proscenio y éste salvó en una ocasión al niño de una (casi) inevitable caída al patio de butacas.
- Silvia (Babette, el plumero) se fabricó un traje a base de plumas que quedó muy vistoso, pero que tenía el inconveniente de que iba soltando pelusa y plumón por todo el teatro, así que al acabar las representaciones, el foso más parecía una pollería que un vestuario.
- Como Bella tenía que cambiar su vestido azul por uno rosa en cuestión de minutos, en un par de ocasiones la pobre Laura tuvo que salir a escena con las mangas del vestido sin poner, lo que le suponía pasar una vergüenza impresionante. En un intento de ayudarla, Javi Misto (la Bestia) se puso delante de ella como si fuera su guardaespaldas para que pudiera adecentarse un poco libre de las miradas del público. Pero a pesar de todo, Laura nunca dejó de salir a escena a tiempo, haciendo así gala de su profesionalidad.
- Siguiendo con lo anterior, Esme Suárez (Bella) también apareció un día con la cremallera desabrochada, cosa que la obligaba a estar permanentemente de cara al público, y mientras la Bestia (David) le enseñaba la biblioteca todo emocionado, ella seguía con su sonrisa de “sí, sí, muy bonita, pero no me puedo dar la vuelta”.
- Al final de “Si no puedo amarla”, la Bestia lanzaba al público la rosa con la que había actuado. El día de la clausura, David se propuso tirársela a su madre, y se pasó todo el día calculando las distancias convencidísimo (aunque todos le mirábamos un poco escépticos, todo hay que decirlo). Cuando llegó el susodicho momento, David lanzó la rosa a la primera fila mientras todos permanecíamos expectantes… y acertó, para nuestra monumental sorpresa.
- Los movimientos de las escaleras y módulos que formaba en escenario estaban estudiadísimos y los realizábamos los propios miembros del grupo, metiéndonos debajo de ellos y empujando.
- En un ensayo de la escena en que la Bestia y Gastón luchan (cuando ni siquiera teníamos el castillo montado), Blas (Gastón) lanzaba un derechazo ensayado a David (la Bestia) y se suponía que no debía darle. Sin embargo, aquel día Blas no calculó las distancias, con tan mala suerte que raspó a David en el ojo derecho (la gorra que llevaba puesta incluso salió volando por los aires), el cual empezó a llorarle tanto (a pesar de que David no dejaba de reír) que tuvimos que parar el ensayo durante 20 minutos hasta que pudo abrirlo de nuevo.
- Entre unas escenas y otras había cambios de vestuario tan rápidos que algunos actores hacían verdaderos ejercicios de fregolismo. La mayoría de las veces se ponían unos trajes encima de otros para poder ir quitándose capas por el camino sin tener que detenerse en el foso-vestuario. Esto daba lugar a situaciones cómicas, como ver en escena a un aldeano con medias de rejilla en lugar de calcetines, o presenciar la transformación de una batidora en servilleta mientras bajaba corriendo por las escaleras... La magia del teatro, señores.
- La pobre Alicia (alternante de Lefou) se puso tan mala el día de la clausura que se vio obligada a marcharse a casa, con lo cual no pudo representar.
- El día de su estreno como Lefou (3ª representación), Barrios se mareó antes de salir a actuar, y Alicia se tuvo que vestir corriendo de Lefou por si le tocaba reemplazarle. Afortunadamente, Barrios se recuperó a tiempo y pudo hacer su papel sin problemas.
- Antes de la escena de la pelea entre la Bestia y Gastón, todo el escenario tenía que quedar modificado para simular las partes más altas del castillo. Para ello, los elementos pintados de azul o dorado tenían que desaparecer de la vista tras el telón blanco y ser apartados del camino para que los actores no sufrieran daños debido a la falta de iluminación. Sin embargo, en una de las representaciones, alguien olvidó quitar del medio la escalera mediana, con tan mala fortuna que Blas (Gastón), al saltar hacia atrás desde arriba simulando una caída al vacío, fue a dar con la espalda en plena escalera, para consternación de todos los que lo vimos desde debajo de los módulos que estábamos moviendo. A pesar de lo aparatoso del golpe y el susto, salió ileso.
- En la escena de “Yo” tocaban unos músicos muy cómicos. El día de la clausura, Ana salió con ellos sin que le correspondiera, con unas gafas de Bartolo y dos tazas de la taberna para intentar hacer música con ellas, por lo que estaba todavía más graciosa. Ni que decir tiene que fue el día en que más se fijó la gente en la orquesta de la escena.
- El pozo del pueblo de Bella y Gastón se fabricó con una mesa alta y la luna de “Cats” (que ya había sido la rueda del carro de “Los Miserables”) y quedó bastante realista, pero como lo pintamos a última hora, un poco más y a Gastón tenemos que ir a despegarlo con una espátula cuando se subió encima para que pudiera volver a bajar.
- Para acceder desde el escenario al balconcillo que hacía las veces de Ala Oeste, había que atravesar el hombro izquierdo del escenario, subir tres tramos de escaleras y cruzar una sala del altillo. Lumiere subía allí en una de las escenas a hablar con la Bestia, pero como el camino era tan largo, casi siempre llegaba tarde y con su frase algo empezada.
- En relación con lo anterior, en una de las representaciones, Alberto (Lumiere) llegó inexplicablemente pronto y se encontró con que no había Bestia allí, así que decidió salvar la escena hablando con la vista clavada en el suelo, simulando que la Bestia estaba agachada. Casi terminando la escena Javi Misto (la Bestia), que había llegado sólo unos segundo detrás de Alberto y había permanecido toda la escena a su espalda sin que el otro se percatase de ello, le dio unos golpecitos en el hombro para hacerse notar y el pobre Alberto sólo pudo exclamarle “Mon dieu!” a la cara.
- Debido a la coordinación que requería el baile que realizábamos con las tazas en la taberna de Gastón, su preparación nos llevó ¡cinco meses de ensayos! Sin duda, mereció la pena, porque fue uno de los más alabados del musical.
- Para la escena anterior llegaron a comprarse más de 60 tazas entre ensayos y representaciones, cada una en una ferretería distinta, prácticamente. Sin embargo, no sabemos si es que las hacían todas en la misma fábrica, porque siempre se rompían por el mismo sitio: el asa. Por eso, el cuerpo de muchas de las tazas voló por el escenario en más de una ocasión poniendo en peligro las cabezas de los bailarines.
- El atuendo del cocinero consistía en una caja negra que hacía las veces de fogón, y el de Dindón (Lara) en otra caja pintada para que simulase un reloj enorme. Para salir y entrar a escena por el lado derecho había que salvar todo tipo de objetos que había entre bastidores (amontonados en un espacio ridículamente pequeño). Un día, David y Lara coincidieron en ese diminuto lugar y se quedaron encasquetados de manera que ninguno de los dos podía avanzar. Después de unos momentos de histeria y una serie de contorsionismos varios, ambos pudieron seguir sus caminos.
- Para variar, uno de nuestros cañones de luz explotó en plena función, pero gracias a nuestros eficientes técnicos de luces, todo quedó solucionado en cuestión de minutos.
- En una representación en la que Dunia hacía de hombre, le regaló en escena a Cristina Crespillo (rubia simplona) una flor de plástico que se había encontrado en el foso. En la siguiente representación, fue Cristina quien regaló la flor a Dunia, y así crearon una bonita historia de amistad entre dos personajes secundarios de la obra.
- Como ocurriera en “Cats”, este año también se llevó a cabo una campaña publicitaria importante, pues hubo dos salidas con diferentes personajes disfrazados (Bella, la Bestia, Lumiere, la Sra. Potts, el Armario, el Plumero, etc.) por las calles de Madrid, que fue testigo una vez más de nuestra profesionalidad y nuestro buen humor. Sin duda, los que quedaron más encantados con la experiencia fueron los turistas. Ni que decir tiene que volvimos a la puerta de atrás de “Hoy No Me Puedo Levantar” a ver al bailarín y actor Edu Morlans para que se hiciera una foto con nosotros.
- En todas las representaciones, el foso se convertía en una improvisada cafetería para los actores más cafeteros (que hasta contaban con termo y pastas).
- En la escena de “Si no puedo amarla” se utilizaba un andamio cubierto por telas negras, en cuyo interior se escondía cuatro forzudos chicos que se encargaban de moverlo con la Bestia encima. Como las tablas de nuestro escenario tienen ligeros desperfectos, en varias representaciones el andamio se enganchó al arrastrarlo, y la Bestia apareció dando tumbos a 2 metros y medio del suelo mientras intentaba seguir cantando como si nada. Más que actuar, parecía que estaba surfeando.
- En casi todas las representaciones nos faltó alguien (actores, técnicos, tramoyistas, etc.) y su hueco tuvo que ser cubierto por otros actores y miembros del grupo que tuvieron que aprenderse el papel de los ausentes para no dejar cabos sueltos.
- En la escena en que Bella se marcha del castillo muy enfadada con la Bestia, Laura salió corriendo por un pasillo que hay fuera del teatro, pero que es adyacente al patio de butacas y que se comunica con éste mediante una puerta. Dindón (Lara) y Lumiere (Alberto) esperaban a Bella para entrar juntos por esa puerta y desarrollar la escena siguiente en el recinto teatral. Como la luz del pasillo estaba apagada, Laura no podía ver la puerta ni a sus compañeros, y estuvo unos segundos que se hicieron eternos tanteando la pared y gritando “¿Dónde está? ¿Dónde está?” mientras Lara y Alberto no podían contener las carcajadas.
- En la canción de “Bella”, tirábamos un pollo de goma desde lo alto del escenario para que diera la impresión de que Gastón lo había cazado mientras volaba. El problema es que en nuestra grabación se oía un golpe (momento en el que el pollo tenía que tocar el suelo), pero el pollo nunca apareció en el momento adecuado.
- La caracterización física de la Bestia fue diseñada por David, y consistía en una peluca de tirabuzones de dama del siglo XVIII (por lo menos), una diadema con cuernos (que eran de verdad), un jersey y unos calentadores de pelo, y kilos y kilos de látex (además del maquillaje que llevaba encima). Debido a la complicación del proceso de maquillaje, en cada función fue desapareciendo una prótesis de la cara de la Bestia.
- El látex del maquillaje de la Bestia había que adherirlo a la cara con un pegamento especial, lo que hacía muy difícil retirarlo después. A Javi Misto se le irritó un día la nariz de tanto restregarse, y no se le ocurrió otra cosa que intentar bajar la rojez con un poco de alcohol. Ya pueden imaginarse que el resultado fue Don Pimpón.
- Para la coreografía de “Qué festín” se necesitaban seis chicas vestidas de cucharillas. Cada una de ellas tenía una cuchara hecha de cartón y pintada con spray plateado. No sabemos por qué, antes de una de las representaciones desapareció una cuchara, así que, absolutamente desesperadas, las seis chicas implicadas se pusieron manos a la obra y fabricaron una cucharilla en 15 minutos mientras el público bajaba al teatro y se iba colocando en sus butacas.
- El espejo mágico que la Bestia le regala a Bella se fabricó con dos siluetas de cartón pegadas, un espejo sin mango, cola blanca, agua, papel de periódico, papel higiénico, una linterna, spray plateado y kilos de purpurina. El resultado de muchos años viendo capítulos de Art Attack, sin duda.
- Al final, cuando la Bestia y Bella se besaban, la rosa del ala oeste (que estaba enganchada a un hilo transparente con una argollita que hacía las veces de arnés), tenía que deslizarse por el hilo hasta quedar colgada en el centro del escenario por encima de la pareja. Sin embargo, más de un día se quedó atascada a medio camino y se resistió a bajar hasta donde estaba previsto.
- Cómo no, el Amor volvió a surgir en TEATROSA
ALGUNA OPINIONES DE NUESTRO PÚBLICO:
"Mucha suerte a todos, y que sigáis haciendo los montajes así de bien" "Cada año me gusta más. No cambiéis nunca" "Muchas gracias por estar tan llenos de vida, de ilusión y de arte" "Somos de EEUU. ¡Nos ha encantado!" "Puedo decir que, en algunas escenas, nos habéis puesto los pelos de punta" "Espectacular" "Me ha encantado el montaje y toda la realización" "Gracias por hacerme llorar" "¡¡Muy bien chicos!!! Seguid así y luchad porque esto continue siempre" "Esta vez la belleza no solo está en el interior" "Siempre el buen trabajo es recompensado y, además, ¡tenéis mucho talento!" "Esta obra ha sido la bestia más bella que nunca existió" "Me ha gustado mucho soñar con vosotros" "Seguid así siempre, ¡ha sido bestial!" "¡Enhorabuena! ¡Sois los mejores! ¡Cada año mejor!" "Todo mi apoyo para el esfuerzo de unos grandes artistas" "Con esfuerzo todo se consigue" "Gracias por elevarme al mundo de la fantasía, desde mi residencia en Basida" "Ha estado genial. Nunca dejéis de hacer magia" "Gente como vosotros tenía que haber mucha más" "Tenéis que seguir así siempre. ¡Habéis estado geniales!" "¡Viva la juventud!" "La mejor versión de La bella y la bestia" "Llevaré en el corazón los buenos momentos. Mil gracias por llenarlo un poco más con éste" "Cada año os superáis." "Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien y conseguía disfrutar así con un show" "Para que la magia que habéis transmitido durante estas dos horas no se vaya nunca de vuestras vidas... Gracias por este magnífico espectáculo, y por hacernos recordar que para vivir, lo primero es soñar; y que todo se puede conseguir con un poco de ilusión y de esfuerzo. ¡Gracias porque vuestros esfuerzos han sido nuestras sonrisas!" "Tal vez lo mejor de todo sea ver cómo haciendo algo con lo que disfruta la gente, disfrutáis también vosotros. ¡Felicidades!" "Desde luego quedan ganas de repetir. ¡Enhorabuena!" "Sinceramente, espectacular, no hay palabras para describirlo, es como el renacer del teatro; seguid así y llegaréis muy lejos" "Un placer disfrutar del espectáculo y, sobretodo, de la ilusión que transmitís" "De aquí al estrellato" "Parece que fue ayer cuando estrenabais la iluminación en las obras..." "La magia se nota, está en todo el teatro. ¡Geniales!" "Realmente puro espectáculo" "Seguid con la magia toda la vida; el teatro es eso: pura magia" "Continuad disfrutando del ensueño y el misterio del teatro" "¡Qué fuerte! ¡Me parece genial! Todos excelentes" "Una sonrisa vale más que mil palabras. Seguid así, sois geniales" "¡Impresionante! Os quiere: ¡Carabanchel!" "Tomatelón os desea lo mejor y muchos y muchos éxitos!" "¿Qué vais a hacer el próximo año? ¡Me apunto!" "Un derroche de imaginación y buen hacer; cada año os superáis. ¡Enhorabuena!" "Para el mejor grupo de teatro que he conocido: un besazo" "Este año ha sido maravilloso. ¡Bravo para todo el equipo!" "¡Muchas felicidades! Se nota cada año, los "pasitos" que vais dando... ¡y eso nos alegra! ¡Tenéis que seguir así!"
Disney Keys es un homenaje que TEATROSA quiere hacer al mundo mágico de la productora Disney. A través de famosas escenas de películas Disney, logramos abrir la puerta que todos nosotros llevamos en nuestro interior, pero que siempre permanece cerrada: la puerta de la fantasía, la ingenuidad, la magia y la ilusión de los niños.
Realizada al mismo tiempo que "La Bella y la Bestia", "Disney Keys" supuso todo un reto para los miembros de la compañía, debido al tiempo que nuestro montaje principal requería, quedándonos con muy pocas horas para la preparación y ensayos de "Disney Keys". Pese a todo, este montaje cautivó a nuestros espectadores en varias ocasiones, hasta el punto de ser requeridos, en otros colegios, como el colegio Salesianos Carabanchel, para su puesta en escena y el disfrute de sus alumnos más pequeños, convirtiéndose, así, en el primer montaje que sale de nuestro habitual escenario, para abrir nuevas fronteras.
Su ductilidad pasa por un permanente cambio que, a día de hoy, aún continuamos cuidando, pues se ha convertido, también, en nuestro primer montaje "estable", que vamos perfeccionando poco a poco, con la inclusión de nuevas escenas, nuevos elencos, nuevos escenarios y nuevos textos que sirvan de hilo conductor.
Este montaje, además, supuso la primera vez que TEATROSA utilizó música en formato digital desde un portatil, incluyendo efectos de sonido que participaban de su puesta en escena, así como la actuación de un mago, amigo de la compañía. Por su versatilidad y facil montaje en otros escenarios, seguimos dándonos a conocer a ese público que espera a que alguien abra la puerta, con este montaje. Esperamos que la ilusión y la magia no nos impidan madurar y seguir creciendo, sin olvidar, jamás, la sonrisa del niño que llevamos dentro.
UN POCO DE HISTORIA
“DISNEY KEYS” fue el otro montaje de TEATROSA para el curso 2006-2007. Se concibió para que los alumnos nuevos tuvieran una primera toma de contacto con el escenario y los más antiguos revivieran las emociones de otros años. Se trataba de hacer un repaso de las canciones más emblemáticas de las películas de Disney, de manera que actuaran como llaves para abrir la puerta a “LA BELLA Y LA BESTIA” (que, por supuesto, también es creación de la factoría Disney).
“DISNEY KEYS” es una muestra de teatro creada por los propios alumnos (eso sí, bajo la supervisión del COORDINADOR) escena por escena, casi desde la elección de las canciones, pasando por las coreografías, hasta los vestuarios. Desde su presentación original, sufrió modificaciones, pues el hecho de que se tratara de escenas sueltas permitía gran cantidad de alteraciones en el orden y en la participación de los actores según las necesidades de cada representación.
“DISNEY KEYS”, además, sirvió para que todo el grupo (que como siempre ocurre, había cambiado después del verano) fuera conociéndose y adaptándose a las costumbres, manías y formas de actuar de los demás.
9 - We’re all in this together (“High School Musical”)
10 - Sueña (“El Jorobado de Notre Dame”)
11 - Preparaos (“El Rey León”)
12 - De cero a héroe (“Hércules”)
13 - Colores en el viento (“Pocahontas”)
14 - El ciclo de la vida (“El Rey León”)
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES DE DISNEY KEYS
- Al ensayo general, realizado un día antes del estreno, no pudieron acudir todos los actores, así que, como hacemos muchas veces, aquéllos que no salían en las diferentes escenas pero se sabían el papel, los sustituyeron para al menos funcionar como referencia. Una de las sustitutas fue Laura, que cubrió por un momento el papel de Vanesa en la canción de ‘Un genio genial’. Fue a retirarse de David (Aladdín) antes de tiempo, Alberto (el Genio) le pisó los bajos del pantalón y ella se dio un culetazo tremendo. Fue la primera de una larga lista de caídas de Laura.
- Gran parte de los vestuarios se compró un domingo de octubre en el Rastro. La mayoría de los elementos fueron prendas exóticas, como zapatillas árabes, pulseras de pinchos, pendientes africanos y pantalones cagones (éstos últimos tuvieron un éxito inesperado cuando fuimos conscientes de que eran válidos para todo, tanto para hacer de Aladdín y Jasmine como para vestirse de león).
- El vestuario de Alberto (el Genio) consistía básicamente en pintarse la parte superior del cuerpo de azul y en unos pantalones también azules. Como el ritmo de nuestras apariciones en las diferentes escenas era frenético, a Alberto sólo le daba tiempo a desmaquillarse malamente la cara y algo de los brazos para poder hacerse otros maquillajes encima, así que al final de la obra su piel era una mezcla de muchas pinturas de colores.
- Al término de esta misma escena, solía haber una buena cantidad de gente armada con toallitas esperando a que Alberto saliera para empezar a desmaquillarle todo lo que podían.
- El día de la celebración de Don Bosco, se realizó una función de “DISNEY KEYS” especial para Bachillerato. En la última escena, ‘El ciclo de la vida’, cuando cuatro de las chicas bailaban delante, a Laura se le cayeron los cuernos de antílope al hacer el puente, y por todo el teatro resonó un “¡PUM!” y seguidamente un “¡Mierda!” que provocó las risas de todo el público y parte de los actores.
- En la escena de ‘Quiero ser como tú’, de “El libro de la Selva”, Javi (Baloo) salía vestido con un disfraz de oso. Además, para despistar al rey Louis, se ponía una falda hawaiana y un collar de flores a juego. Debido a las proporciones de su nuevo cuerpo peludo, no atinaba a atarse la falda y Silvia y Alicia tenían que ayudarle a hacerlo entre bastidores. Un día, con las prisas no se la pudo abrochar bien y se pasó toda la canción sujetándosela para que no se le quedara de tobillera.
- Uno de los elementos de atrezzo usado por Alberto en su escena de ‘Un genio genial’ era un pequeño bigote postizo de color negro. En la 1ª representación, después de usarlo, se le cayó al suelo y lo dimos por perdido, hasta que, una vez recogido todo y ya cambiados para irnos a casa después de acabar la función, apareció pegado en uno de los zapatos de David hecho un asco. En la representación para Bachillerato, no le dio tiempo a sacar el bigote y se tuvo que poner el dedo encima del labio. A pesar de no haber llegado a sacar el bigote, éste nunca apareció (con lo que Alberto ya lleva tres bigotes destrozados y perdidos). Aún hoy nos preguntamos qué fue de él.
- En una función para Primaria, en la escena de ‘Preparaos’, dos de las hienas (un chico y una chica con mallas negras) bajaban al patio de butacas para interactuar brevemente con el público, cosa que había funcionado muy bien con la gente adulta del estreno, pero que tuvo un efecto nefasto entre tantos niños pequeños, que comenzaron a gritar y patalear aterrados.
- En la 1ª representación, en la escena de ‘De cero a héroe’, a Lara, una de las musas, se le soltó de arriba la túnica blanca que utilizaba como vestuario y ¡tuvo que pasarse el último medio minuto de canción y baile sujetándosela para no quedarse en topless!
- Menos suerte tuvo la pobre Rocío, cuya túnica se abrió por uno de los lados y se le vio un pequeña parte del trasero. Aún así, ella se lo tomó con muy buen humor, suponemos que por la gran experiencia que tiene en este terreno, pues ya en “CHICAGO” se le rompieron los pantalones en la primera escena y tuvo que aguantar así toda la obra.
- Al final de la representación para Primaria, los actores bajaron al público a saludar a los entusiasmados niños. Uno de los ellos, de 7 años, se agarró a la mano de Alberto y no había forma de hacer que la soltara y, cuando más tarde fuimos capaces de convencer al niño para que dejara a Alberto ir a cambiarse, se fue derechito hacia otra de nuestras actrices, Raquel, y le tocó el culo, para sorpresa de ésta.
- Este mismo día, al ver la ilusión de los niños, un grupo de actores empezó a subir niños al escenario para que bailaran allí. En un abrir y cerrar de ojos, aquello parecía un hormiguero, así que los profesores se vieron obligados a intervenir para que no se hundiera el escenario.
- A mitad de año se decidió incluir una nueva escena: ‘We’re all in this together’, de la película “HIGH SCHOOL MUSICAL” que, aunque, a pesar de lo difícil de las coreografías, estuvo montada en una semana, no se pudo representar hasta el mes de mayo.
- El DVD de “DISNEY KEYS” se grabó el 25 de mayo de 2007 con público.
-"DISNEY KEYS" fue el primer montaje que salió del colegio de Atocha, para representarse en otros escenarios, y el único que aún seguimos representando y moviendo por otros colegios y centros culturales, actualizándolo y mejorándolo con el paso del tiempo.
CATS cuenta la historia de una manada de gatos, llamados jélicos, que se reúne en un basurero una vez al año para elegir al gato que debe subir al Jardín Celestial y reencarnarse a una nueva vida. En un momento dado, los gatos jélicos se darán cuenta de que hay alguien observándolos: un humano, ignorante de sus costumbres, que será el espectador necesario para dar rienda suelta a las presentaciones de los felinos.
El encargado de tomar la decisión trascendental es el líder de la manada, el viejo Deuteronomio, cuya otra función es permitir que los componentes del grupo se presenten y traten de ganarse esa ansiada oportunidad. Por el basurero desfilarán gatos mágicos, rockeros, ricachones, piratas, repudiados…, que intentarán dar lo mejor de sí mismos y hacer al público partícipe de sus experiencias y sus anécdotas.
CATS es una historia de magia, recuerdos y prejuicios por superar, contada de principio a fin desde la alegría y la ternura, con un entrañable mensaje que llega con fuerza a los corazones de todos los espectadores. Además de esto, Cats, para TEATROSA, supuso la realización de un sueño, el mayor reto logrado hasta la fecha, y un éxito sin precedentes, dentro de la historia de la compañía.
Más de 200 bolsas de basura se agrupaban junto a más de veinte muebles destrozados y alrededor de ciento cincuenta detalles, conformando un basurero ideal para el desfile de nuestros gatos. Pero, además de todo esto, Cats batió todos los records y nuestras mejores previsiones con más de dos mil quinientas personas aplaudiendo nuestro trabajo, que no sólo se limitó a las labores de actuación en el teatro, sino que rompió las barreras de la interpretación, saliendo a la calle y haciendo partícipes, a los madrileños, de la magia de este musical que, es en definitiva, la magia de este grupo de jóvenes actores y actrices...
UNA MAGIA QUE SIEMPRE VIVIRÁ EN EL RECUERDO
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES DE CATS
- Este año hicimos amistad con otro grupo de teatro, de Móstoles, que también iba a representar “CATS”, llegando a hacer y recibir visitas a los respectivos ensayos de vez en cuando.
- La habitual cena de Navidad tuvo lugar en el Foster’s Hollywood de Embajadores, que acogió además, un genuino ensayo del “Baile jélico” que dejó anonadados a todos los clientes.
- Para la fabricación del escenario, que era un basurero, los actores tuvieron que dedicar una tarde entera a recoger muebles y basura por las calles del centro de Madrid, como ocurriera el año anterior con la barricada de “LOS MISERABLES”. Entre las nuevas adquisiciones se podían contar una señal de tráfico, el cono de una gasolinera, un carro de la compra, el somier de una cama, una valla de obras, varias guitarras eléctricas de juguete, un árbol de Navidad y el teclado de un ordenador.
- En el patio de butacas, justo delante del escenario, se construía todos los días una plataforma a base de placas de madera, una estructura de metal y un montón de clavos enormes, que había sido diseñada por el equipo técnico para alargar el escenario y darles varios niveles a las coreografías. Lo malo de la plataforma era que se movía muchísimo cuando se bailaba encima y las pobres gatitas que solían ocuparla (Ana, Dunia, Alicia y Rocío) hacían movimientos tan ligeros para no desmontarla que en vez de bailar parecía que intentaban levitar.
- Los preparativos previos a las representaciones eran una tarea ardua que requería la colaboración de todos los componentes de TEATROSA, distribuyendo bolsas de basura, carteles, luces, mesas, bebidas, etc., para que todo estuviera perfecto y a punto. Todo esto se hacía con música de fondo (lo que dejó increíbles coreografías improvisadas por parte de algunos actores) o los partidos de la Selección española de fútbol, que jugaba por aquellos días el Mundial de Alemania 2006.
- Durante los saludos del final de una de las representaciones, Ana (Deméter), viendo el entusiasmo y la entrega del público, comentó en voz alta: “Jo, cómo mola que te aplaudan”.
- Los maquillajes de los gatos fueron diseñados y (la mayoría) realizados por Rebeca y Clara, dos chicas del grupo de teatro de Móstoles. Su labor era muy estresante, ya que tenían que pintar cada día a 15 gatos en un tiempo récord de hora y media escasa.
- En el “Canto jélico”, David (Munkustrap) tenía que saltar al escenario desde la pared donde se enganchaba al principio de la canción para imitar las caídas de los gatos. Uno de los días saltó, resbaló y se quedó sentado en el suelo. Al final de la obra, para disimular el fallo (según nos dijo después), salió a saludar tirándose al suelo, pero nunca supimos si era verdad o si es que se había vuelto a caer.
- Por motivos de estudios, Jesús Aparicio, gran conocido de TEATROSA (Billy Flynn en “CHICAGO” y Thénardier en “LOS MISERABLES”) no pudo apuntarse al grupo desde el inicio del curso, pero sí se unió a él alrededor de abril para ayudar con la parte más técnica de la obra. Estaba tan entusiasmado con el proyecto que decidió pagarse él también un traje de gato para poder salir de vez en cuando a hacer bulto por el basurero.
- Los trajes y pelucas de “CATS” fueron pintados por los propios actores con pinturas especiales para tela. El resultado no fue tan malo como al principio se esperaba.
- El traje de Ana era de color naranja casi fosforito. Más parecía el Rey león que un gato. Como era tan llamativo que hasta parecía que desprendía luz, al final todo el mundo acabó llamándola “el gusiluz”.
- En un ensayo de la escena de Mr. Mistoffelees, Javi, que era quien interpretaba el papel del gato mago, se subió encima de una mesa para comprobar si podía saltar desde allí para la coreografía, con tan mala suerte que, cuando lo hizo, cayó al suelo de mala manera y se le salió el hombro. Tuvimos que llamar al SAMUR para que lo atendieran y le colocaron el hombro encima mismo del escenario. Lo más curioso de todo es que ya estábamos ensayando con vestuarios, así que los operarios del SAMUR se encontraron rodeados de un montón de gente vestida con mallas de colores, plumas y pelucas. La situación parecía un cuadro surrealista.
- Debido a que hay dos Javis en el grupo de teatro, para diferenciarlos, el nuevo quedó apodado con el nombre de su personaje, y desde entonces todo el mundo le llama “Misto” o “Javi Misto”. Incluso se le puede ver en las agendas de los móviles de muchos componentes del grupo aparecer con este apodo.
- Ponerle la peluca de Deméter a Ana era un verdadero suplicio todos los días, ya que era la que tenía el pelo más largo. Todo el foso se convertía en una peluquería improvisada, con la paciente Cristina haciendo de peluquera la mayoría de las veces. En la cuarta representación, se tardó más de un cuarto de hora en colocarle la peluca en la cabeza y al final salió con ella un poco torcida, ¡pero sin ningún pelo fuera!
- Sandra, la chica que hacía de Cassandra, la gata egipcia, decidió llevarse un día unas lentillas de color azul para que, gracias al contraste con el maquillaje oscuro que llevaba, sus ojos parecieran aún más inquisitivos. ¡Seguro que más de un espectador quedó bien intimidado!
- La subida al Jardín Celestial se hacía a través de una escalera de mano colocada en diagonal y placas de metal precariamente encajadas entre peldaño y peldaño. Esmeralda (Grizabella) no subió por ella hasta el día del estreno, por lo que, debido a su desconocimiento de la estructura, puso un pie donde no debía y a punto estuvo de caer cuando una de las placas de metal se hundió. ¡Menos mal que Jesús Aparicio estaba arriba esperando para sujetarla!
- Siguiendo con lo anterior, una vez arriba, Esmeralda y Jesús tenían que permanecer quietos (los únicos caminos para bajar eran el de subida, que volvía al escenario, o saltar desde 2 metros y pico de altura) en una pasarela de 50 cm de ancho durante al menos ¡10 minutos! (un minuto y medio musical, los 4:21 de “El nombre de un gato”, otro minuto y medio de baile y todos los saludos). Si añadimos a eso unos tacones de 5 cm y un enorme abrigo de pelo en pleno verano, se puede deducir que la situación hubiera sido insostenible para Esmeralda de no ser por el buen humor de Aparicio y la compañía que les hacía Javi desde abajo entre bastidores.
- Este año fue el primero en el que se encargaron camisetas de TEATROSA con el logotipo de la obra representada para que el público pudiera comprarlas. Todos los componentes del grupo de teatro se hicieron una igual, pero con el nombre que quisieron en la parte de atrás.
- Se decidió que David Barrios, que hacía del gato rockero Rum Tum Tugger, improvisara sus partes de baile en el “Baile jélico” encima de una de las taquillas que formaban la estructura del basurero. Barrios se emocionaba tanto que se movía sin parar, e incluso un día estuvo a punto de volcar la taquilla, provocando un desastre. Menos mal que los forzudos chicos que se movían entre bastidores se quedaron detrás sujetándola para evitarlo.
- La única escena que no pudo ver ninguno de los actores hasta el día del estreno fue la de Growltigger y Griddlebone (interpretados por Esteban y María Cantero), que fue mantenida en secreto. Debido a lo genial de la actuación fue una gratísima sorpresa para público y actores.
- “CATS” fue la primera obra de TEATROSA grabada en DVD para ser vendida al público.
- María Albendea nos brindó una de las anécdotas más graciosas. En un momento del “Canto jélico”, María (Etcétera) saltaba desde las escaleras del lado izquierdo del escenario al suelo mientras cantaba “¿Puedes siempre caer en el suelo de pie?”. En uno de los ensayos, saltó y cayó al suelo… pero de culo. Así que fue repudiada por la manada jélica durante 10 minutos.
- En la escena de Growltigger se utilizaba un sofá. La única forma de sacarlo del escenario a tiempo para la siguiente escena era que salieran Javi y Aparicio a oscuras, lo cogieran entre los dos y lo tiraran desde el escenario al patio de butacas, lo que provocaba, la mayoría de las veces, el sobresalto del público.
- Los saludos de los actores tenían un orden de aparición. En la tercera representación, alguien se olvidó del orden, y la pobre Dunia (Victoria, la gatita blanca) se quedó sin poder salir a recibir sus aplausos porque se la habían saltado.
- Para permitir la subida a la plataforma, el día del estreno se utilizó un cajón de madera como peldaño. Después de los saludos, los gatos tenían que ir bajando, apoyándose en él, al patio de butacas. Los últimos en bajar eran Esmeralda y David, que se quedaban más rezagados bailando en el escenario. Después de que todos los gatos hubieran pasado, apoyando sus pies calzados con zapatillas de baile de tela, Esmeralda clavó todo el tacón en el cajón y éste cedió, lo que dio con sus huesos y los de David en el suelo, a los pies del público asistente. El resto de días, se usó una silla.
- Debido a la cantidad de basura que tenía nuestro escenario, a Ana se le quedó enganchado el rabito cuando iba a salir de escena, porque en la siguiente no le tocaba estar presente. Como no pudo desengancharlo a tiempo, se tuvo que quedar en el escenario sin saber qué hacer hasta que se soltó el rabo y pudo salir disimuladamente.
- Hubo gente del público que asistió a las 5 representaciones de “CATS”, como Miryam Blas, también antigua conocida de TEATROSA, por lo que el día de la clausura se le obsequió con un carnet como reconocimiento a la fan número 1 de “CATS”-Salesianos Atocha.
- Una de las componentes del grupo, que tenía un papel bastante importante en la obra, se ausentó dos días de representación y tuvimos que improvisar su sustitución en el momento. Las valientes actrices que cubrieron magistralmente su ausencia en las diferentes escenas fueron Dunia, María Albendea y Rocío.
- ¿Qué más le podía pasar a Rocío? Se preguntarán. Pues verán, uno de los días se le olvidó la peluca en casa y no se dio cuenta hasta 20 minutos antes de empezar la representación… Menos mal que Aparicio había tenido la genial idea de encargar su traje de gato y pudo dejarle su peluca a Rocío mientras él iba a casa de ella y le cogía la suya. Así que Rocío usó una peluca de un color en la primera parte de la obra y otra diferente en la segunda.
- Por primera vez en la historia de TEATROSA se hizo publicidad de mano con la finalidad de repartirla por calles y buzones.
- Dos de los actores (David y Alicia) llegaron aún más lejos y se atrevieron a salir vestidos de gatos ni más ni menos que por todo el centro de Madrid, acompañados por un grupo de componentes del teatro vestidos de paisano que se encargaban de llevar y repartir la publicidad. Muchos turistas y no turistas quisieron hacerse fotos con los gatos y quien más y quien menos, se interesó por nosotros y nuestra obra. La Gran Vía, habituada a ser testigo de espectáculos musicales, no tuvo más remedio que rendirse ante los dos valientes jélicos, que fueron el verdadero espectáculo de la tarde-noche. Hasta el propio Nacho Cano interrumpió una importante charla que mantenía con dos actores en la puerta de atrás del teatro Movistar para acariciar la cabeza de uno de nuestro gatitos.
- La publicidad debió de surtir efecto, porque en uno de los ensayos contamos con la presencia de dos de los mejores bailarines de “HOY NO ME PUEDO LEVANTAR”, Edu Morlans y Alberto Escobar, que decidieron repetir y acercarse a vernos a una de las representaciones.
- El día de la clausura pudimos comprobar que Jesús Aparicio era capaz de comerse una rebanada de pan Bimbo ¡en sólo 20 segundos! De esta manera, batía el récord Guiness de los comedores de rebanadas de pan Bimbo.
- La regidora de “CATS” se llamaba Marika, y se unió al grupo en el mes de mayo.
- El día de la clausura, Javi y Rubén Blas, nuestros genios en la sombra, recibieron un merecido homenaje de agradecimiento por todos sus años de dedicación y entrega desinteresada a TEATROSA.
- Una vez acabado “CATS”, TEATROSA (con todos sus componentes disfrazados) organizó la habitual visita al Parque Warner Bros., donde se realizó, entre otras muchas actividades, un combate de humoristas entre David Barrios y Jesús Aparicio por la obtención del papel de Lefou (“LA BELLA Y LA BESTIA”) para el año siguiente. Barrios llegó a colarse haciendo de simple en un espectáculo de la Loca Academia de Policía o a robar un carrito de refrescos del Parque, y Aparicio se atrevió a quedarse en calzoncillos, pedir a un crío que le peinara con un tenedor y después a raptarlo, para asombro y consternación de la madre.
- Un año más, el Amor surgía en TEATROSA.
COMENTARIOS DEL PÚBLICO
"Para los mejores actores del mundo mundial...¡¡ LO HABEIS HECHO!! ¡Estoy sin palabras! ¡Cojonudo!" "¡¡¡Para los mejores mininos de Madrid!!! ¡A los Balmesinos nos ha encantado!" "¡¡Muchísimas felicidades chicos!! ¡¡Ha estado genial!! Espero que vengáis a vernos cuando nosotros lo hagamos" "Para los mejores, y recordad que no solo sois especiales para mi... Vosotros sois especiales y eso es todo" "Lo habéis hecho de puta madre" "Os ha quedado precioso" "Todo un éxito" "Ha sido genial. Mucha mierda" "He disfrutado mucho. GRACIAS" "Un trabajo magnífico" "Me habéis hecho vibrar. Un poco más y nos vemos en Broadway" "Mucho éxito y un fuerte abrazo de los "amigos de los musicales" "A pesar de los pequeños disgustos, al final merece la pena" "Ha sido emocionante veros" "Gracias por hacérnoslo pasar... ¡¡tan bien!!" "Vais mejorando como el buen vino" "Muchas felicidades por vuestro trabajo. Seguro que siempre recordaréis estos días" "Con todo mi cariño para mis gatunos... me habéis hecho pasar muy buenos momentos, palabrita del niño jesús" "Ya la había visto por profesionales, pero no tenéis nada que envidiar. Ánimo" "Para que sigáis con el mismo entusiasmo. Muchas gracias" "Enhorabuena a todos los componentes de Cats" "Excelente interpretación. Seguid así, vais por el buen camino" "Para la actuación más espectacular. ¡Buena suerte!" "A los chicos más teatreros... ¡FELICIDADES!"
"Muy currao. ¡Felicidades!" "Muchísimas felicidades. Seréis unos buenísimos actores" "Seguid así. Llegaréis lejos" "Cada día lo hacéis mejor" "Genial el montaje. Felicidades a todos" "Ha sido precioso" "Gracias por todo el esfuerzo. Habéis trabajado muy bien todos" "Mucho mejor este espectáculo que el original" "Pocas palabras definen el teatro, pocas palabras definen mi retórica, pocas palabras definen esta obra... CATS!" "Bueno chicos, creo que ya os le he dicho individualmente, pero aun así, os lo repito: ¡¡ENHORABUENA!! Desde la puesta en escena, el decorado, la iluminación, el sonido y la dirección (Por dios, qué pelota suena, ¿no?), todo ha sido la leche. Se ven las ganas de trabajar y lo que disfrutáis entreteniendo a la gente como yo. En fin, me dais envidia (mucha...) Formáis un grupo muy bueno, me repito, pero... ¡ENHORABUENA" "Un trabajo magnífico. Desde hoy adoro a los gatos" "Sois los mejores" "Sois cojonudos" "He visto futuras estrellas" "Un trabajo muy conseguido. Seguid así" "Brilláis como estrellas" "Me habéis hecho ronronear. Gracias" "Cada día me gustáis más. Muchas felicidades" "Gracias por dejarnos entrar en el mundo jelical y llenarnos de magia" "¡Qué magnífica obra! ¡Enhorabuena!" "Impresionante. Muchas gracias por todo" "Lo mejor: la palpable ilusión del grupo que llega al público. Gracias por este reto" "Don Bosco y sus gatos siguen haciendo magia" "¡Iluminais!" "Enhorabuena! Espero que sigáis muchos años más desarrollando este bonito arte, con sus pros y sus contras, que forman a personas de por vida" "Muchas felicidades de parte de una antigua miembro de este gran grupo de teatro. Me ha parecido una pasada. Habéis vuelto a despertar a la pequeña actriz que hay en mí" "Realmente sorprendente. Me habéis hecho dar palmas hasta en las canciones que no me gustan. Por cierto, las tablas llaman...." "Para sorpresa mía vuestra función ha supuesto, para mi, una regresión a tiempos antiguos donde mi yo niño pasaba las noches del sábado junto a mi padre en este patio de butacas. Regresar a veces provoca tristeza, lágrimas... pero os lo agradezco. Significa que todos estamos vivos." "Enhorabuena por todo lo que habéis hecho durante este año y en el escenario. Muchas gracias por el rato que hacéis pasar al público, y todos los aplausos os los merecéis. Nunca dejéis de soñar" "¡Hola Chicos! Soy Alberto (Hoy no me puedo Levantar), quería daros las gracias por invitarnos a ver el espectáculo. Me está gustando mucho y veo a grandes artistas en cada uno de vosotros. Por cierto, la camiseta me ha encantado. Un besote y contad conmigo para lo que queráis. Gracias" "¡¡Hola chicos!! Soy Edu (También de Hoy no me puedo Levantar). Sólo deciros que ha sido TODO UN PLACER conoceros y veros en Acción. TODOS VALÉIS UN MONTÓN y ESTAMOS ENCANTADOS de venir a veros. Espero volver muy pronto a veros de nuevo, será siempre un verdadero placer. ¡MUCHA MIERDA POR SIEMPRE!!"
"¡¡GENIALES!! Lo mejor que he visto en teatro de aficionados. ¡A dar el paso a profesionales! Un abrazo" "Con cada representación que hacéis os superáis. Sois la caña de España. Si seguís con este empeño de superación, no habrá nada que sea imposible para vosotros, tanto a nivel personal como profesional. Sois los mejores, los más guapos, expresivos, alegres y con mejor rollo del mundo mundial y parte del extranjero" "Sois los mejores. Espero que os llevéis el recuerdo que me llevé yo con Los Miserables... hasta el año que viene" "Gracias porque gracias a vuestro trabajo desinteresado, nos hacéis pasar tardes ¡¡mágicas!!" "¡El año que viene nos vemos! ¡No me he perdido ninguna! Muy bien trabajado. ¡Seguid así!" "Necesitamos obras como esta, sobre todo por el entusiasmo con el que se os ha visto. Os espero pronto a todos. Muchas gracias" "Una chispa el primer día... me ilusionasteis el segundo y el tercero, UN RESPLANDOR CON TRACA FINAL, espero que me dure hasta la bella y la bestia" "No dejéis que acabe... Cada año mejor" "Gatas y gatos: realmente, creáis un mundo distinto desde que salís al escenario y tal vez lo más sorprendente es cuando parece que la música está hecha a medida para los actores y actrices. Enhorabuena" "¿Se puede reservar ya butaca para el año que viene? ¡Un año más boquiabierta!" "Necesitamos más momentos como estos. No lo dejéis nunca, seguid con el mismo entusiasmo y la misma ilusión." "Gracias por llenar mi mundo de magia" "Para los chicos de Cats por llenar de magia una tarde de felicidad" "Ha sido un honor poder veros"
Hablar de Los Miserables es hablar, posiblemente, del musical más espectacular creado hasta la fecha. Hablar de Los Miserables es hablar de una obra redonda, tanto en su versión escrita, como en su versión teatral. Los Miserables es una obra que cambia la vida de todos aquellos que participan en su montaje, así de simple, así de impresionante. Su historia habla de sentimientos, de ideales, de la lucha por lo imposible, bajo el ideal romántico de la libertad, el AMOR y la misericordia.
Intentar llevar a escena este musical es ya, de por si, una historia que bien valdría una nueva novela. Intentar llevar a escena este musical es embarcarse en un proyecto titánico e inabarcable que, de un modo u otro, jamás termina. Dar la vida en la barricada, es semejante a realizar este musical: por su complejidad, tanto escenográfica (barricadas, puentes, calles de París, tabernas, prisiones, cloacas...), como interpretativa (los personajes, probablemente, sean los más complejos que se hayan visto en un musical).
Puede resultar absurdo intentar convencer de su dificultad a alguien que no conoce Los Miserables, para vivir este montaje, lo mejor es afrontarlo con frialdad: con la épica que derrocha cada uno de sus temas, a lo largo de sus tres largas horas de duración, a través de sus escenarios, sus vestuarios, el mensaje que se ve en la oscuridad de sus personajes... Para vivir este montaje es preciso vestirse de harapos y caminar entre los miserables del París del siglo XIX, disfrutar con la complicación del rápido cambio de atrezzos, telones, escenarios, luces, efectos... Como una mega-producción del mundo del celuloide, Los Miserables se proyecta en el escenario con la ilusión de la película de un director novel: Frágil y poderoso, niño y anciano, cariñoso y arisco...
Semejante reto no podía pasar desapercibido en nuestro grupo, que siempre pretende educar en ambiente salesiano a través de la puesta en escena de un musical, ¿y qué mejor elección?, ¿qué mayor reto que hacerlo con el musical más grande de todos los tiempos? Nosotros ya lo hemos probado, y podemos decir dos cosas que pueden resumir nuestra experiencia con Los Miserables: estamos enamorados y orgullosos; enamorados de este musical que no entiende de edades ni de medios, y orgullosos de poder haber representado, en nuestro escenario, el mayor musical jamás creado.
HISTORIA
En la Prisión de Toulon, el presidiario número 24601, llamado Jean Valjean, recibe su pasaporte amarillo de libertad condicional tras 19 años de encierro de manos del policía Javert. Por su condición de ex-presidiario no se le permite la entrada en ninguna posada ni se le da trabajo. Su suerte cambia al llegar a Digne, donde el Obispo lo acoge en su casa. A pesar de la buena disposición del religioso, Jean Valjean, cegado por su odio al mundo, le devuelve sus cuidados robándole los cubiertos de plata. Es apresado y llevado de vuelta ante el Obispo para ser denunciado, pero el buen hombre asegura haberle regalado los cubiertos y le obsequia además con dos candelabros de plata. De esa manera, el Obispo compra para bien el alma de Jean Valjean, quien a partir de ahí, y tras una delirante y desgarrada reflexión, rompe su pasaporte amarillo y se convierte en un hombre nuevo.
Ocho años más tarde y muy lejos de Digne, en un pueblo llamado Montreuil-Sur-Mer, una joven madre soltera llamada Fantine trata de sacar adelante a su hijita Cosette, a quien ha dejado viviendo con unos mesoneros en Montfermeil. Para ello trabaja en una fábrica propiedad del alcalde. Cierto día, sale a la luz que mantiene escondida una niña y, dado que en numerosas ocasiones Fantine se ha negado a complacer los burdos deseos del capataz, es despedida de la fábrica quedándose en la calle sin dinero. Ve una salida vendiendo su pelo, un medallón y trabajando como prostituta, pero enferma irremediablemente. En una ocasión, agrede a un cliente que se había propasado con ella y acude el jefe de la policía, Javert, que ha sido destinado allí, con intención de encarcelarla. En ese momento aparece el alcalde, que no es otro que Jean Valjean reformado, y lo impide. Javert cree reconocer en él al preso 24601, del que no había vuelto a saberse nada y que está buscado por las autoridades por haber roto el pasaporte, y sus sospechas se confirman cuando Valjean confiesa su identidad para salvar a un hombre que iba a ser juzgado injustamente en su lugar. En su último día en Montreuil-Sur-Mer, le jura a la moribunda Fantine que recogerá y cuidará a su niñita y emprende la huida ocultándose de Javert. Una vez en Montfermeil, Valjean paga a los hipócritas mesoneros Thénardier por todos los gastos ocasionados y se lleva a la maltratada Cosette para iniciar otra nueva vida.
Diez años después, Valjean y Cosette viven en París, donde se está fraguando una revolución. Lamarque, el único político que defiende los derechos del pueblo, cae enfermo y muere. En ese momento se inicia la rebelión de la mano de los estudiantes, liderados por el apasionado Enjolras. Entre estos jóvenes revolucionarios se encuentra Marius, quien cierto día conoce a Cosette y se enamora perdidamente de ella para desgracia de Éponine, una mendiga hija de los Thénardier y que adora en silencio a Marius desde hace mucho tiempo. En las calles se levantan barricadas y Marius, quien piensa que Cosette va a marchar pronto a Inglaterra, le envía una nota con Éponine, que es interceptada por Valjean. Éste decide unirse a los revolucionarios, entre quienes también se ha infiltrado Javert, para poder velar por Marius. A partir de este momento, muchas vidas se pondrán en juego.
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES DE LOS MISERABLES
Nuestra primera barricada, la que utilizábamos en los ensayos, se componía de unas diez sillas de color verde unas encima de otras.
Para hacer la auténtica barricada, se necesitó la ayuda de todos los componentes del grupo. Primero se hizo un diseño aproximado de la estructura. Lo más divertido fue la parte práctica, que llegó cuando nos tocó salir a la calle a recoger muebles desechados. Estuvimos una tarde entera entrando y saliendo del teatro para llevar ¡¡BASURA!! Mesas, sofás, palés, maderas… Todo tuvo cabida en nuestra barricada. Al final, cuando estuvo montada, todos quedamos muy satisfechos con el resultado y el trabajo en equipo.
La barricada estaba formada en su base por tres enormes estructuras de metal. Como no había manera de meterlas entre bastidores, todos los días había que bajarlas desde el altillo y volver a subirlas, con lo que pesaban. En uno de los ensayos, una de las estructuras cayó contra una pared, con tan mala suerte que dio contra la tubería de un radiador. Las baldosas se rajaron, el suelo se llenó de escombros y empezó a salir agua a chorros. Nos volvimos medio locos para conseguir arreglar medianamente la avería. ¡Y es que este teatro está hecho TRIZAS!
En la parte de la barricada, Aparicio, que era el primer estudiante que moría (para que le diera tiempo a vestirse de Thénardier), saltaba hacia el otro lado para desaparecer de la vista. En un ensayo, con las diez sillas verdes, una de las sillas se dio la vuelta cuando Jesús iba a saltar y se dio tal golpe que tuvo que salir de escena arrastrándose. Curiosamente, Rocío tenía allí la cámara y lo grabó todo…
La ropa de los pobres tenía que estar andrajosa y sucia. Así que, el día que todo el mundo se presentó al fin con el vestuario, abundaron los tijeretazos. Cortamos bolsillos, mangas, botones... Fue una verdadera terapia antiestrés destrozar todas aquellas ropas. Además, dado que el foso necesitaba una pequeña limpieza, decidimos hacerla con las camisas, pantalones y faldas que nos íbamos a poner en la obra…
En los ensayos de “La Prisión”, Esmeralda se rompió dos pantalones vaqueros cuando se agachaba.
Para montar la barricada se empleaba todo el tiempo del intermedio entre acto y acto, lo que suponía que los actores y colaboradores no tenían ni un momento de descanso. Sin embargo, tenía que ser desmontada en cinco escasos minutos (en la parte de las alcantarillas de Thénardier) porque para la escena de Javert sólo podía haber un puente en el escenario.
El personaje de Thenardier será recordado por el público, sin duda, por escupirles agua (varias veces) en todas las representaciones. La cosa empezó porque el primer día, la gente no parecía estar demasiado entusiasmada con él y este, enfadado, les echó agua para despertarlos: “Eso porque no aplaudían…”, nos dijo. El alcance del escupitajo era de tres filas.
Esmeralda, para hacer de Valjean, tenía que ponerse barba. Probamos en el ensayo general un material llamado “crepe” que iba pegado con un pegamento especial. La barba quedaba genial, pero se dio la mala suerte de que a Esmeralda le daba alergia, así que en las representaciones tuvo que pintársela con un corcho quemado, que tampoco quedó tan mal.
En la clausura, de repente se descolgó medio telón y Javi, Jorge y Álex Álvarez subieron a arreglarlo, los dos últimos vestidos de Enjolras y Marius con abrigos y todo… Menudo calor, ¡qué mal lo pasaron!
Al finalizar las escenas de la barricada, Valjean tenía que llevarse a Marius cogido. No fue tarea fácil, pues Álex le sacaba una cabeza a Esmeralda. En la segunda función, Esmeralda no cogió el impulso suficiente para levantarlo y los dos volvieron al suelo. En los ensayos fue peor, porque una de las caídas fue por las escaleras…
En la barricada, siempre llegaba Javi por detrás a darle las buenas noches a Marius (en el mismo momento que lo hacía Enjolras). Un día incluso se atrevió a ir en calzoncillos.
Álex Álvarez tuvo una lesión en la tercera función, cuando Valjean, se lo echaba al hombro. Debió de pinzársele algo, porque aunque hacía de inconsciente, se le escapó tal chillido que Valjean tuvo que bajar corriendo las escaleras. Entre bastidores se retorcía de dolor y pasó lo que quedaba de obra sin apenas poder ponerse de pie.
En los primeros ensayos de “La Prisión”, Esteban utilizaba un paraguas plegable a modo de bastón de mando.
Un detalle curioso es que Esmeralda se dejó en dos ocasiones el pasaporte amarillo en la mesa del Obispo. La primera vez salió vergonzosamente del paso rebuscando en la basura que le habían metido los de atrezzo en el saco y encontró una bolsa de “Cheetos” para romper. La segunda vez hizo el gesto en el aire porque no había ningún papel a mano. El gesto fue simbólico.
María Cantero se enfrentaba a una compañera de la fábrica cuando ésta le quitaba una carta en “Nuestros Días se Van”. La mencionada compañera era Bea Flores, que había sido la co-protagonista de Chicago el año anterior junto a María. Fue sin duda, un guiño muy original volver a ver, de nuevo, enfrentadas a la señorita Roxy y Velma.
Curiosamente, David Barrios, el actor que había hecho de Obispo, salía en la escena de “Bellas Chicas” yéndose de juerga con las prostitutas…
El carro fue fabricado por Jesús Aparicio, Javi y David Barrios con unas cuantas maderas que nos pasamos una tarde entera pintando en el teatro. Todos nos llenamos de pintura, los lavabos se pusieron buenos de chorretes marrones y negros… Al final, acabamos lavándonos las manos directamente con el aguarrás.
Además, el mencionado carro se rompió en las cuatro representaciones, así que los fabricantes no tenían más remedio que repararlo todos los días.
El diseño de la verja de la casa de Valjean dio problemas, pero acabaron solucionándose con un poco de papel pinocho verde y rojo y el ingenio de las chicas que se comprometieron a decorarla. Al final, se componía de una reja negra llena de flores y enredaderas de papel sujeta por unos tablones de madera enganchados con alambres, una torreta que parecía de mármol y un biombo de alambre.
La silla que Valjean rompía en “La Confrontación” en realidad ya estaba rota. Esmeralda sólo tenía que darle un golpecito contra el suelo y se partía sola. El problema es que sólo le salió medio bien en la clausura…
La actriz que hacía de Cosette niña, María Álvarez, es una de las que más palos se llevó en la obra. Además de ser la más pequeña del grupo era curiosamente la hermana de Álex, que hacía de Marius. Uno de los días, Elva y Jesús fueron tan realistas en su actuación que la pobre niña bajó llorando al foso. María Cantero también se lleva una buena paliza en “Nuestros Días se Van” y a Esmeralda le tiraban del pelo de verdad los guardias que la detienen.
En la clausura, cuando Javert tiró contra el suelo a Thénardier en “París”, éste cayó encima de una de las trampillas y la desclavó un poco. En la siguiente escena, “Estrellas”, Esteban estuvo todo el tiempo moviéndose por la zona de la trampilla. Desde el foso, toda la compañía estuvo con el corazón en un puño por si Esteban se colocaba encima y ésta cedía. Llegamos a poner debajo el colchón de la cama de Fantine por si se caía, para amortiguar el golpe. En el descanso, Javi la volvió a clavar.
De tanto haber movido la verja entre bastidores, el día de la clausura, el biombo que hacía de puerta se desenganchó. Se puede ver en el vídeo de la clausura a Esmeralda pasarlo mal sujetando la verja porque se venía abajo. Da la impresión de que a Valjean le importa poco la aflicción de Cosette, pero es que en esas circunstancias…
La voz que utilizamos para el papel de Marius era la del genial Carlos Marín. Se ve que en su día tuvo un desliz, porque en la canción de “Un Día Más”, se oye perfectamente cómo le canta a Cosette “No he vivido sin tu AMOLLLL”. Lo raro es que casi ninguno se había dado cuenta del detalle hasta que Esteban lo mencionó en un ensayo. Después del comentario no pudimos volver a hacer la escena sin reírnos.
En la “Batalla Final”, un día Jorge, al caer, se dio un golpe en la cabeza y estuvo mareado hasta “Sillas y Mesas Vacías”. Otro día se rompió una uña del pie.
Uno de los estudiantes que más originalmente se moría era Carlos Maestro (conocido por todos como “Bosco”), que se quedaba encasquetado entre las patas de una mesa puesta del revés.
Las velas que llevaba Valjean en el “Epílogo” no se sujetaban bien en los candelabros y siempre parecía que estaban a punto de caerse. Además, Esmeralda sacaba las velas a oscuras y entre los telones, por lo que Jorge decidió tener siempre a mano un extintor por lo que pudiera pasar.
Un día en “Nuestros Días se Van”, cuando Bea y María se peleaban, María pisó las zapatillas a Bea y ésta se quedó totalmente descalza en el escenario. Ninguno de los actores pudo aguantar la risa al ver las dos zapatillas abandonadas en medio del escenario…
Haciendo limpieza en el foso, se encontraron varios pares de guantes perdidos en CHICAGO el año anterior.
Algunos actores llagaban a cambiarse de vestuario hasta diez veces por representación.
Cada día variaban detalles del vestuario de la masa, porque no daba tiempo a salir al escenario de manera perfecta. Algunos actores y actrices tenían que cambiar, por completo, su vestuario, en menos de diez segundos.
En la barricada en plena función un día no se pudieron sacar los vasos porque desaparecieron y nos encontramos con las manos vacías para beber
Las muertes eran lo mejor; cada día los estudiantes tenían un percance nuevo...Jorge haciendo equilibrios entre los 2 armarios, Dunia que casi se nos mata y no llega a salir a escena porque tenía que saltar por detrás de la barricada para recoger las balas...
Los cambios de escenario era algo fundamental. Un día en lugar de poner un colchón para la muerte de Fantine, se puso el duro somier de hierro y madera a toda prisa, y a toda prisa tuvo que tumbarse la actriz para morir,... menudos chillidos pegaba por dentro del dolor al tirarse sobre el que creía que era su colchón blandito de siempre.
Lo mejor de los miserables sucede en la actividad de los pasillos y recovecos del teatro que no se ven. Era muy gracioso ver a mil personas ayudando a Cossete a vestirse de novia para la boda porque no llegaba; a todos mendigando mecheros y corchos para tiznarnos un poco más, bañando a Esmeralda en polvos de talco para poner canas a su pelo, mil desapariciones de objetos, y mil prendas compartidas por más de dos.
Esmeralda siempre luchaba con una Fantine que en su muerte se emocionaba, y se arrastraba tanto y tanto por el escenario convaleciente que luego había que, en volandas prácticamente, improvisar un empujón para que acabara tumbada en la cama.
El puente del Inspector Javert, ideado por el equipo técnico, pese a su perfección, tenía una pequeña pega, y es que se tambaleaba, en ocasiones, para los lados.
En mitad de la clausura uno de nuestros telones (concretamente el central más adelantado), se rompió, y tuvimos que salvar la obra como pudimos, utilizando un solo telón.
En la escena del Amo del Mesón, prácticamente se podía ver a los actores y actrices patinando entre las mesas, debido a la rotura de vasos y al agua que caía de las botellas, al brindar y hacer un poco el loco, durante la algarabía de la taberna.
Este año, fue el primero que inauguramos un bar para que la gente pudiera refrescarse y tomar algo durante los descansos, ante la larga duración de la representación.
Durante uno de los ensayos, sufrimos un intento de robo por parte de antiguos miembros de otra compañía que utilizaba, en tiempos, nuestras instalaciones. Tuvo que venir la policía para que todo acabara bien, de manera pacífica, y calmar un poco los ánimos.
En una de nuestra convivencias, Belén se ofreció a calentarnos unos callos, en su casa, y así se hizo, convirtiéndose la comida grupal de callos en toda una tradición que se ha venido manteniendo hasta nuestros días.
Seguimos batiendo records: En Los Miserables tuvimos un total de 40 participantes, superando el número de alumnos de los cursos pasados.
La Clausura de Los Miserables, fue la más larga, hasta la fecha, y la más vista y aplaudida, terminando, todo el elenco, en torno a Esmeralda, que se encontraba sobre el escenario, representando una escena del montaje del año siguiente (Cats) que el resto desconocía.
Por primera vez en su historia, TEATROSA pudo utilizar focos de 1000, 750 y 500 watios, controlados desde el altillo, previa consulta con la directiva del centro.
La primera compra que hizo TEATROSA fue para este montaje: una máquina de humo que aún se conserva y se utiliza.
El montaje de Los Miserables fue un record absoluto de público, superando todas nuestras previsiones.
COMENTARIOS DEL PÚBLICO
“Lo habéis hecho genial. Enhorabuena, seguid así”
“Sois los mejores. Que sigáis así por muchos años. No desfallezcáis nunca”
“Genialmente genial. Felicidades”
“Genial chicos, ¡¡Bravo!!”
“Habéis trabajado duro y os ha salido ¡¡Genial!!”
“Con vosotros el teatro vuelve a ser fresco”
“Que el pensamiento de la obra que habéis representado hoy, perdure siempre en vuestras vidas. ¡¡Y fantástico!!”
“El esfuerzo siempre merece la pena y vosotros recogéis el fruto en cada obra”
“Que sigáis con el buen trabajo”
“Que toda la vida lo hagáis con tanta ilusión”
“Ha estado maravilloso”
“Felicidades y gracias por vuestro tiempo y el de los padres”
“Felicidades por una obra impresionante, y la tranquilidad que se dio a su dificultad”
“Os quiero, felicidades. Llegaréis muy lejos. ¡¡Seguiremos soñando!!”
“Seguid trabajando así. Un beso”
“Sois los mejores”
“Habéis sido capaces de emocionarme. ¡enhorabuena!”
“Esta es la segunda vez, y cada vez lo hacéis mejor”
“Me ha gustado y es que nos habéis ayudado antes de nuestra representación, para conocer mejor nuestros personajes. Felicidades”
“Para estos grandes artistas que han hecho un trabajo muy bueno. Con cariño”
“Para los mejores de todos. Lo hacéis muy bien”.
“Habéis actuado muy bien, que lo hagáis más veces. Un abrazo”
“Para la mejor compañía de los miserables. Lo hacéis genial”
“Para una gente muy maja. Enhorabuena”
“Aquí están las futuras estrellas. Nos ha gustado mucho”
“Todo el grupo... ¡sois únicos!”
“Esta vez aun me ha gustado más. Seguid así... ¡¡artistas!!”
“Enhorabuena por un trabajo bien hecho”
“Como dice una frase de la obra, la mejor forma de encontrar a Dios, es amando al prójimo. Que sigáis dando Amor y alegría”
“Sois los mejores, ¡suerte desde ciudad de los muchachos!”
“Hoy os habéis superado”
“¡¡Rojo por la pasión por el teatro!! Gracias por vuestra ilusión y esfuerzo. Que no se pierda. ¡Miserables!”
“¡Habéis estado estupendos!”
“Enhorabuena. Mucho trabajo y mucha ilusión. Felicidades. Sois estupendos”
“Ánimo y adelante”
“Bravo por vosotros, la obra ha estado fabulosa y sois estupendos, ¡enhorabuena!”
“Chapó con el musical. Seguid así”
“¡¡¡Bravo!!!”
“Seguid así, cada año mejor. Esto merece la pena”
“Pedazo artistas. ¡enhorabuena!”
“Félicitations J´ui beaucoup aimé!! Bravo Desbisous”
“De todos los musicales que he visto, los miserables es uno de los mejores. Su propio nombre lo indica. Y de algo miserable, habéis hecho algo maravilloso. Del 1 al 10 un 15. ¡¡Mucha mierda!!”
“El título no es verdad, ya no sois “los miserables”. Habéis cambiado las cosas y sois todos “formidables”. Una gran enhorabuena”
“¡¡¡¡Ole!!!! Ánimo, seguid así con esa alegría en el cuerpo y esas ganas de actuar. Mucha suerte en las siguientes obras, ¡¡¡intentaré no perderme ninguna!!! Un besazo a esos actorazos tan majos”
“¡Enhorabuena por esta obra maravillosa!”
“Muchas gracias por hacernos pasar este rato tan precioso”
“Sobrecogedora en todos los aspectos, deberían pasarse dos sesiones seguidas”
“¡Felicidades, espero que sigáis así”
“¡¡enhorabuena!! La obra estupenda, se queda uno con ganas de repetir... Aquí andaremos de vuelta, y si no es éste, al año siguiente”
“Hola chicos, seguid así, sois los mejores”
“Excelente obra, todo esfuerzo tiene su recompensa. ¡¡Genial!!”
“Sois increíbles, chicos. Cada día lo hacéis mejor. Gracias por todo.”
“Realmente bello”
“Con mucho cariño y que sigáis trabajando tan bien, que sois muy buenos. Un beso”
“Esta obra me ha encantado y además lo dice el título: Los miserables. Mola ese título. ¡Besos para los artistas!”
“Os doy las gracias por lo que hacéis por los jóvenes a través del teatro. Un abrazo a todos”
“Para todos mis alumnos que ahora les toca el turno de enseñarme. Para los que no habéis pasado por mis manos. Para los que llevan todo el tinglado, por vuestra auténtica lección de salesianidad. ¡Gracias por refrescarme la memoria a todos!”
“¡¡De verdad de la buena que hay que felicitaros en toda regla!! Lo hacéis muy bien y espero que sigáis haciendo nuevas obras ¡¡y con el mismo éxito!!”
“¡Muchas felicidades a todos! Maravilloso, me habéis hecho recordar cuando tenía vuestra edad e hice la misma obra. Disfrutadlo”
“Exciting! Terrific! Breathtoking! Awesome! Amazing!... Estos con los adjetivos que ponen en Broadway y en Londres... Bueno, pues lo mismo en este Madrid Pre-olímpico, ¡Felicidades a todos!”
“Cojonudos”
“Sois unos verdaderos artistas; ha sido maravilloso veros actuar. Os deseo un éxito seguro, pues contáis con lo mejor, que es vuestro coraje y trabajo. Un abrazo para todos”
“Muchas felicidades a todos, enhorabuena por vuestra obra, esperamos que nos sigáis demostrando lo que sois capaces de hacer durante muchos años”
“Sois extraordinarios”
“Con cariño para esta magnífica obra de teatro y compañía, os deseo lo mejor”
“Hacía tiempo que no vibraba tanto con una obra... ¡¡¡¡Magnífico!!!”
“Sois muy buenos”
“Se ha salido la obra, chavales. Os lo habéis currado”
“Suerte, sois muy buenos”
“Me dedico al teatro y al cine, y chicos, ¡me habéis emocionado! Estupendo”
“¡Viva el teatro del colegio!”
“Todos y todas ¡Extraordinarios!”
“Esto es una obra y lo demás son tonterías. Lo mejor ha sido la ilusión que habéis mostrado”
“Me ha gustado mucho. ¡Sois geniales! Esperamos la próxima el año que viene”
“¡Artistas! Me ha gustado mucho la obra, ¡con lloro de emoción!”
“Oye chicos, enhorabuena ¡¡porque me ha encantado!!”
“Para esos artistas de Salesianos Atocha, ¡Seguid así, chicos!”
“Para las futuras estrellas, continuad con tanto entusiasmo”
“Es el primer día que os veo enteros. Sois geniales”
“Para esos pedazos de actores, la obra ha estado genial”
“Se os da de lujo actuar, seguid así de bien, y pasarlo muy bien actuando”
“Seguid así, que lo hacéis muy bien”
“Para los más miserables de los Salesianos. La obra muy bonita, y mucho monumento por ahí suelto...”
“¡¡Enhorabuena chicos!! Ha sido un espectáculo estupendo, el esfuerzo ha merecido la pena”
“¡Qué bonito!”
“Enhorabuena por vuestra representación porque es preciosa”
“¡Enhorabuena! ¡Lo estáis haciendo genial!”
“Sois los mejores actores y actrices que conozco, os ha salido genial... ¡Volveré! De corazón, enhorabuena”
“Todo muy bonito, que lo hagáis muchos años”
“Han pasado ya 10 años desde que una tarde de locura (no pasajera) a un grupo de piraos se le ocurrió que podrían representar “Los miserables” en el CJA. Me alegra ver que aquella locura aún sigue, por lo menos en alguno, y crece, contagiando cada vez a más gente... Es un honor haber pertenecido a esto, y poder ver que sigue. Un abrazo”
“Seguid así, y no paréis de hacernos soñar”
“Me encanta esta obra y todos sus actores, los de antes, y los de ahora. Sois los mejores”
“Me habéis sorprendido muy gratamente”
“Mucha suerte para el próximo. Espero verlo”
“Lo malo del patio de butacas es que nunca se lleva bien el “mono” de actuar. Síntoma de que la magia del teatro es irrepetible. Besos y enhorabuena a todos”.